viernes, 11 de mayo de 2018

El Puerto le agradece a uno de sus ídolos


El municipio porteño resolvió hace unas semanas declarar Hijo Ilustre de la ciudad al otrora basquetbolista Francisco "Kiko" Valenzuela, quien fue uno de los protagonistas de la época dorada del baloncesto en Valparaíso y, según muchos, uno de los mejores jugadores que ha tenido nuestro país.



Fue por eso que la Federación cestera que dirige Miguel Herrera no quiso ser menos y la noche del martes le organizó una cena de homenaje en el Club de Yates de Recreo, ocasión en la que se hizo un repaso por los innumerables logros deportivos obtenidos por el base nacido en la cantera de Unión Árabe.
"A 'Kiko' le tengo mucho aprecio, creo que fue uno de los grandes jugadores que hemos tenido en la historia de nuestro deporte… como no es común que se distinga a un deportista para nosotros era justo, lógico y merecido que siguiéramos con el ejemplo del alcalde porteño", comenta Herrera, junto con decir que "yo tuve la suerte de verlo jugar y seguramente si uno hiciera una lista de los más grandes jugadores que ha tenido este deporte, Valenzuela tendría que estar ahí".
Para confirmar que no se trata de una exageración, basta con consignar dos grandes hechos que dejaron huella. En primer lugar el triunfo que, integrando la Selección Chilena, logró en el Sudamericano de Montevideo sobre Brasil, en 1968. "Hacía 30 años que nuestro país no le ganaba a los brasileños y lo hicimos por una diferencia de cinco puntos, ahora ya llevamos más de 40 años sin lograrlo. Ese era prácticamente un equipo de Valparaíso", recuerda el propio Valenzuela sobre el conjunto que dirigió técnicamente René Hola y cuya formación titular también integraban Luis "Caco" Suárez, Óscar Fornoni, Jorge Ferrari y Francisco Pando.
GRANDES HAZAÑAS
El segundo recuerdo imborrable data del mismo año y fue cuando en el Fortín Prat una selección local se enfrentó a los afamados "Harlem All Stars". Si bien el manager del conjunto americano les solicitó a los anfitriones que les permitieran mostrar todo su repertorio de piruetas, Valenzuela y sus compañeros, como seleccionados chilenos que eran, se tomaron el duelo en serio y se impusieron por 4 puntos. Fue la única derrota de los estadounidenses en una gira mundial que completó 100 compromisos.
Y aunque el resultado no fue positivo, "Kiko" también rescata de su bitácora un pleito que en 1966 sostuvo en Valparaíso el combinado nacional contra la Unión Soviética, en el marco de un Mundial Extraordinario. "Aunque perdimos, creo que ha sido el mejor partido que jugué en mi vida", indica Valenzuela, quien sólo en la cena de camaradería pudo comprobar gracias a las palabras de sus amigos la importancia que tuvo como jugador. "Fue muy emocionante, porque mis dos hijas se dieron cuenta quien era 'Kiko' Valenzuela… cómo quisiera tener un video para poder demostrarle eso a los nietos", sostiene.
Para completar el currículum del recordado menudo conductor (1,64 mts.) se deben consignar todos los títulos nacionales alcanzados con Valparaíso. En 1952 en un torneo escolar que se realizó en Iquique y en el que superaron a Vallenar, en el '57 el campeonato juvenil realizado en el Puerto, en el '61 el adulto de Melipilla y cuatro años más tarde la revalidación de esa corona en el Fortín Prat.
Como si fuera poco, en 1969 alcanza la copa del Sudamericano de clubes defendiendo a Bata de Peñaflor, en un certamen que se disputó en Antofagasta. Más tarde, como entrenador de la serie juvenil porteña sumaría (1990) otro título nacional, destacando también en su trabajo con las selecciones femeninas y en el club DPA.
"El reconocimiento que se me hace siento que es más para todo el básquetbol que hubo antes y que se practica en esta ciudad", indica, junto con asegurar que la única manera de reactivar esta disciplina es enfocarse fuertemente en las series menores: "Es la única forma de levantar el básquetbol".
De hecho, aunque Valenzuela dejó su cargo de técnico del equipo femenino del DPA, proyecta trabajar de manera particular o a través de un convenio con la asociación porteña, con jugadores de 14 a 18 años.
Por eso entrega detalles de la tarea personalizada que realizó con el joven Barham Amor, quien hoy es seleccionado juvenil y capitán de Chile, y se apronta para competir en el Sudamericano de Paraguay.
mirando Al FUTURO
"Cuando uno trabaja con un solo chico en un curso de alto rendimiento es más fácil transformarlo en un gran jugador, cuando se hace con 10 quizás se puede lograr con siete de ellos", comenta, aunque asume que la tarea de las asociaciones locales debiera enfocarse más a la generación de recursos para preparar de buena forma a los menores.
"En Valparaíso ya cambió el directorio y es de esperar que las cosas estén cambiando, aunque es difícil de lograrlo... todo depende de la voluntad que tengan los dirigentes", dice Valenzuela, quien también cree que podría trabajar con algunos entrenadores de proyección, con el objeto de que su experiencia no se pierda. Eso, tal como ocurre con su esperanza de que alguno de sus nietos pueda convertirse en un buen jugador y así ser su heredero: "Ojalá así ocurra,porque el básquetbol está en sus genes".
GINO HENRÍQUEZ
deportes@mercuriovalpo.cl





 




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