domingo, 6 de mayo de 2018

Patrick Sáez El jugador del año


No se trata de agrandar a un basquetbolista al que todavía le resta mucho camino por recorrer. Tampoco desconocer los méritos de otros elementos desequilibrantes de la Dimayor 1999-2000. Pero el base de Provincial Osorno, el flamante campeón de la liga, fue el protagonista de la escena cestera criolla en los últimos doce meses: el bullado conflicto laboral en que se vio envuelto y su ascendente rendimiento en los playoff así lo acreditan.
Pocas veces un basquetbolista de la Dimayor había visto su nombre tan profusamente relacionado a temas extradeportivos como le aconteció durante 1999 a Patrick Sáez, el joven base de Provincial Osorno y la selección nacional.

El conductor del flamante monarca de la liga fue el foco de un conflicto laboral cuyas dimensiones aún no han sido del todo aquilatadas por sus actores.

Tras jugar la temporada de 1998 en Deportivo Petrox, el club en el que se formó, Sáez entró en disputa con el entrenador del elenco petrolero, Daniel Viáfora, de quien también había sido compañero.

Naturalmente, las versiones se contraponen respecto del origen de la polémica situación (en rigor, el panameño jamás se refirió públicamente al tema, manteniéndose fiel a su bajo perfil). El punto es que el base decidió marcharse de la institución porteña, molesto por una rebaja de sueldo que consideraba injusta.

A partir de allí, una serie de capítulos judiciales puso en evidencia el inestable régimen contractual extendido en la Dimayor y hasta llevó a su directiva a reunirse con el ministro del Trabajo y Previsión Social.

"A lo mejor podría no estar jugando, si los problemas no se hubiesen arreglado (demanda, querella, abogado y dineros mediantes). Siento que con esto le estoy tapando un poco la boca a todo Petrox, quizás a Viáfora, que no quiso que permaneciera. Asumí un desafío y quedé muy satisfecho por cómo terminé. Jugué un básquetbol fluido y hasta me agrandé", recuerda ahora, después de besar la copa de campeón de la Dimayor y ser elegido el mejor elemento nacional de la postemporada.

Junto a los candentes capítulos descritos y su feliz presente en Osorno, en todo caso, la historia de Sáez exhibe episodios dignos de mención. Como que se inició a los 12 años en el básquetbol (hoy tiene 21), cuando debió retirarse de las divisiones inferiores del equipo de fútbol de Huachipato, donde actuaba como zaguero central...

KIDD, EL MODELO

"Empecé mirando a mi hermano Lino, que es dos años mayor que yo (y que milita en Petrox). Siempre quise ser como él. Copiaba todo lo que él hacía. Si hasta estudiamos lo mismo (construcción en metálica en el Liceo Industrial de Concepción y Prevención de Riesgos en la Universidad Federico Santa María de Talcahuano)", comenta Sáez, el tercero de seis hermanos (cuatro varones, uno de los cuales, Pablo, de 17, está en la juvenil de los albiverdes).

Al ahondar en su vida deportiva, el base de los "Toros" está seguro de que sus padres (Lino Moisés Sáez y Patricia Carvajal) han sido fundamentales en su desarrollo profesional.

Según el "1" osornino, "cuando uno viene de una familia muy humilde, si no te apoyan con todo lo que se tiene es muy difícil dedicarse a un deporte. A lo mejor ellos nunca pensaron que podría estar jugando a este nivel, pero igual me ayudaron siempre. Por eso, les estaré agradecido por siempre".

Seleccionado regional y chileno en todas las categorías menores, Sáez reconoce que su puesto natural es el de escolta, aunque hoy sea el point guard y, siendo niño, haya dado sus primeros pasos como pívot.

"No estoy ni ahí con ser conductor, pero si las necesidades del equipo lo requieren, lo seguiré haciendo. Me gustaría jugar siempre de '2' (escolta)", reflexiona.

Admite también que Michael Jordan ha sido el mejor de todos, que "basta con ver un partido de la NBA para tener un ídolo, porque son todos muy buenos", que se siente muy identificado conJason Kidd (base de Phoenix Suns) y no tanto con Gary Payton ("que es más show").

Su desafío inmediato es la Liga Sudamericana, en la que Osorno se medirá con Franca Marathon, Alas Peruanas y Boca Juniors. Cree que a los limeños - cuadro en que actuará Patricio Briones- se les puede ganar sin demasiados sobresaltos y que habrá que luchar frente a los paulistas por el segundo lugar.

"Aquí, en Osorno, están hablando de ir a cumplir. Pero creo que podemos hacer bastante más que eso. Tenemos dos buenos norteamericanos (Ken Leeks y Eric Brown) y muchas ganas de seguir creciendo como equipo. Con la selección le hicimos un buen partido a Brasil en el Sudamericano (derrota por 77 a 62), así que nada es imposible", proyecta.

Por Javier Piñeiro Dávila

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